Estilos de vida saludables
En este artículo te presentamos varios estilosde alimentación compatibles con una vida sana en todas las edades, te decimos
cuáles son los beneficios de tener un estilo de vida activo (totalmente
contrario al sedentario) y te contamos qué otras costumbres deben combinarse
con la nutrición adecuada y la actividad física para conseguir una buena
calidad de vida.
4 estilos de alimentación saludables
La alimentación es sin dudas un factor
fundamental para tener una vida sana.
He aquí cuatro opciones de alimentación que
bien pueden formar parte del estilo de vida que puedes construir.
1-Veganismo
La dieta vegana es aquella en la que se evitan
no solo las carnes, sino todos los productos de origen animal, como leche,
huevos o miel.
Para muchos, el veganismo no es sólo una
opción de alimentación, sino una forma de vida que tiende a mejorar la salud,
cuidar el medio ambiente y proteger a los animales del maltrato y la
explotación.
La dieta vegana evita las grasas animales y
tiende a incorporar una mayor cantidad de frutas y verduras frescas. De este
modo, la dieta vegana ayuda a reducir la presión arterial, a disminuir el
riesgo de sufrir diabetes tipo 2 y obesidad, entre otras enfermedades.
Sin embargo, el régimen vegano plantea ciertos
desafíos. Cualquier dieta equilibrada debe aportar cantidad suficiente de todos
los nutrientes necesarios para la buena salud del cuerpo, como proteínas,
vitaminas y minerales.
Al no incluir productos de origen animal, una
dieta vegana que no esté bien controlada puede ser deficiente en hierro,
proteínas y vitamina B 12 a largo plazo, lo cual es muy perjudicial para la
salud.
Si vas a seguir una dieta vegana, recuerda
que:
Debes evitar consumir carbohidratos refinados
en exceso.
Lo mejor es incorporar frutas, verduras y
cereales integrales en todas tus comidas.
Tomar un complemento alimenticio que incluya
vitamina B12 puede ser muy buena idea.
Acompaña las comidas con una bebida de alto
contenido en vitamina C (jugo de naranja natural, por ejemplo) para mejorar la
asimilación de hierro.
Consultar al nutricionista es necesario para
planear una alimentación vegana saludable que contemple todas tus necesidades.
2-Ovo-lacto-vegetarianismo
alimentación sana
Muchas personas eligen seguir una dieta
vegetariana y no comen ningún tipo de carnes pero incluyen en su alimentación
algunos productos de origen animal, como leche o huevos. Es el régimen
denominado “ovo-lacto-vegetariano” y también puede constituir un estilo de vida
saludable.
La Academia de Nutrición y Dietética de los
Estados Unidos y también la Asociación de Nutricionistas de Canadá afirman que
las dietas vegetarianas equilibradas y bien planificadas son saludables y
proporcionan ciertos beneficios en la prevención y el tratamiento de algunas
enfermedades.
Por ejemplo, según un estudio meta-analítico
realizado en Japón, la dieta vegetariana es capaz de reducir la presión
arterial en algunos casos, sin necesidad de utilizar medicación.
Conoce aquí más beneficios de la dieta
vegetariana.
Además, diversas investigaciones científicas
afirman que la dieta vegetariana también puede disminuir el riesgo de padecer
diabetes, cáncer y obesidad, entre otras enfermedades.
Por otro lado, la dieta vegetariana es capaz
de mejorar los niveles de glucosa en sangre en pacientes diabéticos, de acuerdo
con los resultados de un estudio publicado en el American Journal of Clinical
Nutrition.
En resumen, la dieta ovo-lacto-vegetariana
puede ser beneficiosa en muchos sentidos, siempre y cuando el plan alimenticio
sea equilibrado y aporte todos los nutrientes necesarios. Al igual que en el
caso del veganismo, lo mejor es siempre consultar a un nutricionista que te
ayude a planificar tu dieta para evitar deficiencias nutricionales.
3-Flexitarianismo, la nueva opción
Como ya habrás visto, las dietas basadas en
productos de origen vegetal tienen muchos beneficios para la salud.
¿Significa esto que necesariamente tienes que
volverte vegetariano o vegano? Para nada.
Hace poco tiempo surgió un nuevo vocablo que
identifica los hábitos alimenticios que incluyen principalmente productos de
origen vegetal, pero que ocasionalmente también permiten la ingesta de carne:
es el flexitarianismo.
Sería como un semi-vegetarianismo o un
vegetarianismo flexible. Se trata de un régimen alimenticio que se basa
principalmente en frutas, verduras, granos y legumbres, pero quienes lo siguen,
de vez en cuando también incluyen pescado, carne de aves o carnes rojas,
ocasionalmente y con moderación.
Comer menos carne también trae muchos
beneficios. En general, todas dietas equilibradas, basadas en productos
vegetales ayudan a tener un buen control del peso corporal y a evitar
enfermedades crónicas.
Comer carne una o dos veces por semana será
suficiente para darte el gusto si te apetece, manteniendo los beneficios de una
dieta vegetariana.
4-Dieta omnívora
alimentos ricos en colágeno
Una dieta omnívora también puede formar parte
de un estilo de vida saludable, siempre que las proporciones entre los
diferentes grupos de alimentos sean las correctas y las porciones, adecuadas
para mantener un peso saludable.
Una dieta omnívora saludable incluye
abundantes frutas y verduras frescas y cereales integrales. También incluye, en
cantidades moderadas, carnes, lácteos y huevos.
En este tipo de plan alimenticio debes limitar
la cantidad de sodio, azúcares refinados, grasas saturadas y grasas trans.
5-Estilo de vida activo
Beneficios del deporte
El sedentarismo es otro de los grandes males
de nuestros tiempos. Un estilo de vida saludable debe incluir actividad física
regular y ejercicios.
La actividad física, como salir a caminar por
ejemplo, ayuda a prevenir una gran cantidad de enfermedades físicas y
psicológicas, siempre y cuando se practique con regularidad.
La actividad física y el ejercicio ayudan a
prevenir enfermedades cardiovasculares, evita el sobrepeso y la obesidad y
disminuye el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Por otro lado, también aporta beneficios
psicológicos.
El ejercicio físico enérgico, practicado con
regularidad, evita el estrés y la ansiedad, así lo demuestran diversos estudios
científicos.
De este modo, el ejercicio mejora notoriamente
la calidad de vida, al disminuir la tensión y aumentar la secreción de
endorfinas, sustancias químicas que produce el cerebro y que provocan una
sensación de bienestar general.
Por lo tanto, si quieres seguir un estilo de
vida saludable, además de cuidar tu alimentación, debes mantenerte activo/a.
Si vas a practicar algún deporte, recuerda
consultar a tu médico antes, seguir un plan de entrenamiento elaborado por un
profesional e hidratarte adecuadamente antes y después de la actividad.
6-Ser precavido
Las tasas de muerte por accidentes de tránsito
permanecen en tercer lugar de causas de muerte aún en países desarrollados.
La mayor parte de ellos podrían ser evitados,
pues se deben a errores humanos por falta de atención o de precaución.
Si quieres tener un estilo de vida saludable,
además de ser precavido al conducir (no manejes bajo los efectos del alcohol u
otras drogas y respeta las normas de tránsito, en especial el límite de
velocidad) también debes tomar precauciones en otras situaciones, como por
ejemplo, al tener relaciones sexuales.
El principal problema a afrontar al mantener
relaciones sexuales sin protección, es sin dudas la infección por HIV.
Según un informe de la OMS, actualmente 2.2
millones de personas están infectadas por HIV en Europa, pero aproximadamente
la mitad no lo saben.
Por eso, es sumamente importante usar un
profiláctico al mantener relaciones sexuales, especialmente si no tienes pareja
estable.
Ser precavido en todos los sentidos, también
debe ser parte de un estilo de vida saludable.
7-Minimizar las emociones negativas
Tener una mente positiva también tiene grandes
beneficios en la salud física y mental.
Las emociones negativas deben ser
correctamente manejadas para tener una vida plena. Uno de los principales
factores emocionales negativos de estos tiempos es el famoso estrés.
El estrés excesivo baja las defensas y aumenta
el riesgo de sufrir enfermedades, además de hacernos sentir mal.
El estrés no solo puede tener efectos
psicológicos y físicos directos sino que también puede dirigirnos hacia un
estilo de vida poco saludable.
Según ciertas investigaciones científicas, el
incremento del estrés está asociado a un mayor consumo de drogas y alcohol,
disminuyendo las conductas saludables.
Además, el estrés crónico puede aumentar la
presión arterial, causar ansiedad, depresión y problemas cardíacos.
Para evitar el estrés, busca actividades
recreativas que realmente te gusten y practica algún tipo de ejercicio de
relajación (yoga, meditación, etc.).
Organiza correctamente tu agenda, trata de
identificar los factores que te producen estrés y aléjate de ellos.
Por otro lado, si estás sintiendo emociones
negativas (tristeza, angustia) que no te permiten sentirte bien en situaciones
que antes disfrutabas, y si estas emociones negativas se prolongan en el tiempo
y no desaparecen, entonces tal vez es momento de consultar a un profesional.
Realizar las consultas médicas necesarias y
concurrir a la terapia que te recomienden los profesionales también puede ser
parte de un estilo de vida saludable.
Conclusiones
Existen varios tipos de estilos de vida
saludables.
Como habrás visto, las opciones de
alimentación pueden ser variadas y se puede tener una vida sana realizando
diferentes tipos de actividad física.
Todo lo que debes hacer es buscar las opciones
que mejor se adaptan a tus preferencias y posibilidades.
No olvides que ser precavido y manejar
correctamente las emociones negativas también son factores importantes en
cualquier estilo de vida saludable que desees adoptar.
Por Alberto Rubín Martín
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